jueves, 14 de febrero de 2008
martes, 12 de febrero de 2008
OPCIONES A SER MAS DESARROLLADOS Y OBTENER UN MERCADO MAS LIQUIDO Y PROFUNDO
En el último tiempo me ronda mucho el tema de “derivados financieros”, y creo es un momento ahondar en ello.
Los instrumentos conocidos como derivados financieros, como lo dice su nombre, son “derivados” de otros instrumentos tales como acciones, tipo de cambio, tasa de interés, entre otros (conocidos como activos subyacentes). Los derivados financieros generalmente son contratos, que estipulan que las partes se comprometen a comprar o vender, en una fecha futura, un determinado activo que puede ser bienes físicos (commodities), monedas e instrumentos financieros, a un valor que se fija en el momento de la negociación. La data de su creación y utilización se remonta a la Edad Media, originalmente para satisfacer las demandas de agricultores y comerciantes. Como tal, se crea el CBOT en 1874 a fin de servir de puente a agricultores y comerciantes (standarizar las cantidades y calidades de cereales que se comercializaban). En el Europa, estos instrumentos son utilizados periódicamente.
La gracia de estos instrumentos es que, dada la evolución de los mercados y su cambios, estos instrumentos financieros han permitido realizar Operaciones de Cobertura, Especulación y Arbitraje. La Cobertura evita la exposición a movimientos adversos de los precios de un activo. La Especulación actúa en los mercados en base a apuestas, por ejemplo de que el precio irá a la baja. El Arbitraje supone la obtención de un beneficio libre de riesgo por medio de transacciones simultáneas en dos o más mercados.
En nuestro país es poco el volúmen de transacciones que se realizan en derivados financieros. Muchos aducen a que nuestro mercado es poco profundo y tambien poco líquido. La verdad es que, más allá de concordar o no con esta aseveración, lo cierto es que la utilización de estos instrumentos financiero trae mas beneficios que perjuicios.
Hoy en día, en nuestro país, de apoco ha ido internalizando la utilidad y beneficios de los derivados financieros. Tanto así, que la semana pasada, tal como salió en los diarios, la Superintendencia de Bancos e instituciones Financieras de nuestro país, autorizó ya a cuatro bancos a operar con estos instrumentos financieros (con opción de que se le unan otras instituciones). Es una buena noticia, pero no debemos quedarnos acá. Debemos seguir profundizando e “innovando” en esta materia. Nos hemos quedado estancados, no optamos a ser un país más desarrollados, con mercados financieros más liquidos y profundos, volviendo a generar mayor inversión, generando una evolución de nuestra economía, creando nuevas plazas financieras a nivel latinoamericano (aprovechando nuestras exportaciones y tratados de libre comercio, por nombrar algunas ventajas competitivas con el resto de la región).
Según informe de la SBIF, nuestro sistema financiero opera en con derivados financieros para negociación (activos), derivados financieros para negociación (pasivos), derivados financieros para coberturas (activos) y derivados financieros para coberturas (pasivos). Entre estos, destacan Forward, Swaps, Opciones, Futuros.
Demos más libertades y desarrollemos más esta industria, y quien sabe, a lo mejor estaremos optando al desarrollo de un mercado nacional más liquido y profundo.
Hugo Céspedes A.
Los instrumentos conocidos como derivados financieros, como lo dice su nombre, son “derivados” de otros instrumentos tales como acciones, tipo de cambio, tasa de interés, entre otros (conocidos como activos subyacentes). Los derivados financieros generalmente son contratos, que estipulan que las partes se comprometen a comprar o vender, en una fecha futura, un determinado activo que puede ser bienes físicos (commodities), monedas e instrumentos financieros, a un valor que se fija en el momento de la negociación. La data de su creación y utilización se remonta a la Edad Media, originalmente para satisfacer las demandas de agricultores y comerciantes. Como tal, se crea el CBOT en 1874 a fin de servir de puente a agricultores y comerciantes (standarizar las cantidades y calidades de cereales que se comercializaban). En el Europa, estos instrumentos son utilizados periódicamente.
La gracia de estos instrumentos es que, dada la evolución de los mercados y su cambios, estos instrumentos financieros han permitido realizar Operaciones de Cobertura, Especulación y Arbitraje. La Cobertura evita la exposición a movimientos adversos de los precios de un activo. La Especulación actúa en los mercados en base a apuestas, por ejemplo de que el precio irá a la baja. El Arbitraje supone la obtención de un beneficio libre de riesgo por medio de transacciones simultáneas en dos o más mercados.
En nuestro país es poco el volúmen de transacciones que se realizan en derivados financieros. Muchos aducen a que nuestro mercado es poco profundo y tambien poco líquido. La verdad es que, más allá de concordar o no con esta aseveración, lo cierto es que la utilización de estos instrumentos financiero trae mas beneficios que perjuicios.
Hoy en día, en nuestro país, de apoco ha ido internalizando la utilidad y beneficios de los derivados financieros. Tanto así, que la semana pasada, tal como salió en los diarios, la Superintendencia de Bancos e instituciones Financieras de nuestro país, autorizó ya a cuatro bancos a operar con estos instrumentos financieros (con opción de que se le unan otras instituciones). Es una buena noticia, pero no debemos quedarnos acá. Debemos seguir profundizando e “innovando” en esta materia. Nos hemos quedado estancados, no optamos a ser un país más desarrollados, con mercados financieros más liquidos y profundos, volviendo a generar mayor inversión, generando una evolución de nuestra economía, creando nuevas plazas financieras a nivel latinoamericano (aprovechando nuestras exportaciones y tratados de libre comercio, por nombrar algunas ventajas competitivas con el resto de la región).
Según informe de la SBIF, nuestro sistema financiero opera en con derivados financieros para negociación (activos), derivados financieros para negociación (pasivos), derivados financieros para coberturas (activos) y derivados financieros para coberturas (pasivos). Entre estos, destacan Forward, Swaps, Opciones, Futuros.
Demos más libertades y desarrollemos más esta industria, y quien sabe, a lo mejor estaremos optando al desarrollo de un mercado nacional más liquido y profundo.
Hugo Céspedes A.
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